La lengua no es solo un órgano sensorial, sino también un indicador importante de la salud general. Los cambios en el color, la textura, las lesiones y la sensibilidad de la lengua pueden ser signos tempranos de problemas médicos subyacentes.
La lengua no es solo un órgano sensorial, sino también un indicador importante de la salud general. Los cambios en el color, la textura, las lesiones y la sensibilidad de la lengua pueden ser signos tempranos de problemas médicos subyacentes.
Milenka Duarte

En repetidas ocasiones hemos oído hablar sobre la importancia de observar y evaluar zonas específicas de nuestro cuerpo como la , pues al ser el órgano más extenso del organismo, es un excelente medio para detectar un posible . Sin embargo, también se debe destacar el papel crucial que desempeña la , un indicador sorprendentemente revelador, ya que refleja aspectos vitales a nivel y .

Desde la medicina tradicional china hasta la medicina occidental contemporánea, los profesionales de la salud han observado la lengua como una ventana hacia la salud interna del cuerpo. Si bien no es un diagnóstico definitivo, sin duda, los cambios en el color, la textura y la apariencia de este importante órgano pueden ser indicativos de diversas condiciones médicas.

“La lengua es un órgano muscular situado en la boca y es esencial para varias funciones vitales del organismo. Su función principal es ayudar en la masticación y deglución de los alimentos, facilitando así el proceso digestivo, puesto que contribuye en la formación del bolo alimenticio. Asimismo, es primordial para la articulación del habla, dando lugar a los sonidos y las palabras a través de movimientos precisos y coordinados. Igualmente, es indispensable en la percepción del gusto, ya que contiene las papilas gustativas que permiten decodificar la sensibilidad gustativa de los diferentes sabores, los cuales son captados por la lengua y llevados al sistema nervioso central. En definitiva, es tal su importancia que, mediante la misma, pueden manifestarse diversos padecimientos, como los problemas inmunológicos, las deficiencias vitamínicas o nutricionales, el cáncer oral, entre muchos otros”, explicó Jesús Ochoa Zavaleta, cirujano dentista y director de Multident a .

¿Qué relación existe entre el estado de salud y la apariencia de la lengua?

Desde luego, la salud de la lengua puede reflejar el estado general del organismo, por medio de una serie de cambios en su apariencia, ya sea por el color, textura o lesiones que pueden alertar la presencia de candidiasis, problemas inmunológicos y otra serie de patologías.

Los cambios en el color o la textura de la lengua pueden ser manifestaciones locales o sistémicas de salud. Básicamente, estos pueden indicar una variedad de condiciones médicas, como infecciones, deficiencias nutricionales, reacciones alérgicas, enfermedades autoinmunes, entre otros.
Los cambios en el color o la textura de la lengua pueden ser manifestaciones locales o sistémicas de salud. Básicamente, estos pueden indicar una variedad de condiciones médicas, como infecciones, deficiencias nutricionales, reacciones alérgicas, enfermedades autoinmunes, entre otros.

Por esta razón, el doctor Jorge Martínez, médico internista de la Clínica Internacional destacó algunas de las enfermedades más comunes de la lengua:

  • Candidiasis oral: Es una infección por hongos en la boca causada por el crecimiento excesivo de Candida albicans. Se manifiesta como manchas blancas cremosas en la lengua y en la mucosa bucal.
  • Leucoplasia Vellosa: Es una lesión blanca y aterciopelada que aparece en la lengua u otras partes de la boca. Generalmente, está asociada con el virus de Epstein-Barr y suele ser benigna, pero se debe vigilar su evolución.
  • Escarlatina: Es una infección bacteriana causada por estreptococos del grupo A que produce una erupción en la piel y una lengua de aspecto “en fresa”, con papilas gustativas prominentes y un color rojo intenso.
  • Glositis: Es la inflamación de la lengua que puede ser causada por diversas razones, como infecciones, deficiencias nutricionales o reacciones alérgicas. Se manifiesta con enrojecimiento, hinchazón y sensibilidad en la lengua.
  • Cáncer oral: Se refiere al crecimiento anormal de células malignas en la boca, incluida la lengua. Puede presentarse, como úlceras que no cicatrizan, manchas blancas o rojas, o incluso bultos en la lengua.
  • Enfermedad de Kawasaki: Es una enfermedad inflamatoria poco común que afecta principalmente a los niños. Uno de sus síntomas característicos es la “lengua en fresa”, con una coloración roja y protuberancias inflamadas.
  • Lengua dentada: Se refiere a la presencia de bordes dentados en los laterales de la lengua, que pueden ser causados por una inflamación crónica o irritación.
  • Lengua geográfica: Es una condición benigna en la que se desarrollan parches irregulares y cambiantes en la superficie de la lengua, dando la apariencia de un mapa geográfico. Puede ser asintomática o causar sensibilidad y molestias en la lengua.

¿Qué tipos de cambios en la lengua podrían indicar problemas de salud?

De acuerdo con Ochoa Zavaleta, es importante considerar los siguientes cambios de la lengua a nivel de color y textura:

Color de la lengua

  • Blanca: Básicamente, cuando se presenta un recubrimiento blanco en la lengua, puede ser un indicativo de una infección por hongos, como la candidiasis oral o también un signo de una mala higiene bucal, causando así acumulación de bacterias, células muertas o restos de alimentos. Además, se puede deber a la presencia de una enfermedad de los intestinos como la gastritis.
  • Amarilla: La lengua de este color puede estar asociada con el tabaquismo, el consumo excesivo de café, la falta de hidratación o una serie de problemas hepáticos, como la ictericia o la hepatitis.
  • Roja: Cuando la lengua adopta un tono rojizo brillante puede indicar deficiencia de diversos nutrientes, como la falta de hierro, ácido fólico o vitamina B12.
  • Azul: Esta tonalidad puede ser un indicativo de una cianosis, la cual es un cambio de color de la piel a azul oscuro o morado como resultado de niveles bajos de oxígeno, lo que también puede observarse en la lengua.

Textura de la lengua

  • Lengua hinchada: La hinchazón de este órgano muscular puede ser una clara señal de alergias, infecciones virales o bacterianas, así como de un angioedema.
  • Lengua agrietada: Si bien en algunos casos, las grietas o fisuras en la lengua pueden ser tan solo un rasgo genético benigno, también puede ser un signo de sequedad bucal crónica o incluso del síndrome de Sjögren, el cual es un trastorno del sistema inmunitario.
  • Lengua geográfica: Caracterizada por una serie de parches lisos y rojizos que puede estar relacionada con alergias o algunas enfermedades autoinmunes.
  • Úlceras: Estas pueden presentarse, como manchas blancas o rojas, al igual que como lesiones anormales en la lengua, las cuales pueden ser un signo de cáncer oral, principalmente.
Algunas tonalidades anormales que podrían aparecer en este órgano muscular incluyen: una lengua blanca, que podría ser causada por una candidiasis oral, una lengua roja brillante por una posible deficiencia de vitamina B12 o el síndrome de Kawasaki, mientras que, una lengua amarilla podría ser ocasionada por ciertas enfermedades hepáticas.
Algunas tonalidades anormales que podrían aparecer en este órgano muscular incluyen: una lengua blanca, que podría ser causada por una candidiasis oral, una lengua roja brillante por una posible deficiencia de vitamina B12 o el síndrome de Kawasaki, mientras que, una lengua amarilla podría ser ocasionada por ciertas enfermedades hepáticas.

“La lengua es un órgano que hay que examinar, siempre que presente alguna patología lingual u oral. Por consiguiente, es sustancial analizar, la forma, el color y la textura, además de las cavidades, ya que por debajo de la lengua suelen haber várices o quistes y, en muchos casos también permite identificar ciertas condiciones a nivel de las glándulas salivales. Básicamente, si una persona presenta cambios en la apariencia de la lengua, bultos, dolor o alteraciones en el gusto, es indispensable que acuda de inmediato al médico para una evaluación. Asimismo, es importante tener en cuenta que, algunos fármacos pueden alterar la coloración de la lengua, tales como el bismuto o los antibióticos”, precisó el médico internista.

¿Cómo afecta la salud bucal general al estado de la lengua?

Cuando se hace referencia a la salud bucal, esto abarca los dientes, los tejidos blandos, los labios, el piso de boca, la glotis, la lengua y toda la fisiología del proceso de masticación hasta la articulación temporomandibular. Por eso, como recalcó el cirujano dentista, si hay presencia de caries, enfermedades periodontales o cualquier problema a nivel bucal, sin lugar a duda, esto puede influir significativamente en el estado de la lengua, por ende, repercutir también en el bienestar general del organismo.

“En concreto, una boca sana tiende a reflejarse en una lengua saludable. Por esta razón, es fundamental considerar que, una buena higiene oral contribuye a mantener una flora lingual saludable, pues la falta de cuidados, como no cepillarse los dientes regularmente o no usar el hilo dental, puede provocar acumulación de placa bacteriana y sarro en la lengua, derivando así en un problema de halitosis (mal aliento) y cambios en el color y la textura de la lengua”.

¿Qué condiciones emocionales pueden influir en el estado de la lengua?

Según el doctor Jorge Martínez, una de las principales condiciones emocionales que pueden influir en el estado de la lengua, es el estrés, dado que este puede contribuir a problemas, como las aftas orales o los trastornos nutricionales. Mientras que, por su parte, el experto de Multident aseguró que, esta respuesta natural del organismo, puede llegar a generar sequedad bucal, afectando así la humedad de la lengua. Asimismo, el estrés puede ocasionar tensiones musculares en la boca y la lengua, lo que puede traer consigo una sensación de dolor, entumecimiento o rigidez de este órgano muscular.

¿Cuáles son los mitos más comunes sobre la relación entre la lengua y la salud?

Actualmente, existen algunos mitos en torno a la relación entre la salud lingual y la salud general, por lo que el especialista de la Clínica Internacional mencionó los más comunes, con la finalidad de desmitificarlos:

  • La lengua blanca significa mal aliento: Si bien una capa blanca en la lengua puede estar relacionada con problemas de mal aliento, no es la única causa. La lengua blanca también puede ser generada por una inadecuada higiene bucal, infecciones por hongos, o incluso ciertos alimentos. Es importante identificar la causa subyacente para abordar el problema correctamente.
  • La lengua agrietada es un signo de deshidratación: Aunque la deshidratación puede contribuir a la sequedad de la lengua, las grietas en la lengua pueden ser ocasionadas por diversas condiciones, como deficiencias nutricionales, infecciones o irritaciones. Es crucial investigar la causa raíz en lugar de asumir automáticamente que se debe a la deshidratación.
Si bien los cambios en la lengua pueden ser indicativos de problemas de salud, es importante recordar que no son un diagnóstico definitivo. Por ello, si se observan cambios persistentes en el color, textura o apariencia de la lengua, es crucial buscar la opinión de un médico o dentista.
Si bien los cambios en la lengua pueden ser indicativos de problemas de salud, es importante recordar que no son un diagnóstico definitivo. Por ello, si se observan cambios persistentes en el color, textura o apariencia de la lengua, es crucial buscar la opinión de un médico o dentista.
  • La lengua geográfica es contagiosa: La lengua geográfica es una condición benigna y no contagiosa en la que se desarrollan parches irregulares en la lengua. Aunque puede ser preocupante visualmente, no es una condición que se pueda transmitir de una persona a otra.
  • Rascar la lengua elimina el mal aliento: Rascar la lengua puede ayudar a eliminar bacterias y residuos que contribuyen al mal aliento, pero no es una solución definitiva. La halitosis puede estar relacionada con diversas causas, como problemas dentales, tabaquismo, enfermedades de las encías, entre otros, que requieren un enfoque más integral para su tratamiento.
  • La lengua blanca es siempre un signo de infección por hongos: Si bien la candidiasis oral es una causa común de lengua blanca, no es la única. La lengua blanca puede ser el resultado de una variedad de condiciones, incluida la acumulación de bacterias, la falta de higiene oral o incluso el consumo de ciertos alimentos.

“De igual modo, se ha asociado erróneamente la lengua saburra (blanca) con la deshidratación o los problemas hepáticos, cuando en realidad puede tener otras causas. También se han atribuido cambios en el gusto a problemas cerebrales, lo cual es un mito. Por lo tanto, es relevante desmitificar estos conceptos para fomentar una compresión más precisa de la salud bucal y lingual y buscar un diagnóstico adecuado y un tratamiento según sea necesario”.

¿Cómo podemos prevenir problemas médicos relacionados con la apariencia de la lengua?

En primer lugar, es importante realizar un examen clínico anual con un médico internista para detectar cualquier condición de salud de manera precoz. De igual forma, como señaló Martínez, es fundamental llevar una alimentación saludable, la cual esté basada en una dieta rica en frutas, verduras y alimentos que sean una buena fuente de fibra, ya que esto puede ayudar a mantener una buena salud bucal y lingual. Por esta razón, es crucial limitar el consumo de productos azucarados y procesados, puesto que promueven el crecimiento bacteriano y la formación de placa dental.

“Priorizar una buena higiene bucal es indispensable, motivo por el cual, se debe cepillar los dientes después de cada comida, emplear el hilo dental y el enjuague bucal, así como también el cepillado de la lengua debe formar parte de la rutina diaria. Para ello, se puede utilizar un limpiador de lengua o una cuchara para eliminar las bacterias, los restos de comida y las células muertas que suelen acumularse en la superficie de este órgano. Igualmente, es importante hacerse un autoexamen de la lengua con regularidad y si se observan cambios significativos que no desaparecen o empeoran con el tiempo, es recomendable consultar con un especialista para un diagnóstico y un tratamiento adecuado”, expresó Jesús Ochoa.

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