Isabella Jugo Escate

El bullying continúa siendo una realidad. Desde el 2013 hasta el último trimestre del 2023, el portal SíseVe del Ministerio de Educación (Minedu) ha recibido 39.103 en todo el país. Incluso, durante el año pasado, se vio un elevado aumento. Por ende, debemos tener en cuenta la importancia de, además de hablar de prevención, atender a los jóvenes que sufren debido a esta problemática, tanto al niño violentado como a quien ejerce la violencia, puesto que es vital cortar el problema desde raíz.

“Debemos tener en claro que el tema de la violencia en general es una problemática bastante importante en nuestra sociedad. Muchas veces miramos solo a la escuela, pero debemos entender que los colegios son solo una parte del reflejo de esta gran sociedad que se ve gobernada por la violencia. Por ello, como primer paso desde nuestra posición como padres, debemos entender que lo que hacemos y decimos tendrá un impacto en nuestro hijo”, aclaró Fiorella Macalupu, especialista en Desarrollo Emocional y Convivencia de Innova Schools.

La violencia familiar es una de las problemáticas que pueden llevar a un niño o adolescente a ejercer bullying.
La violencia familiar es una de las problemáticas que pueden llevar a un niño o adolescente a ejercer bullying.

¿Qué es el bullying?

En palabras de Macalupu, es imprescindible reconocer “Muchas veces leemos los rankings en internet de ‘los colegios con mayor bullying’. Sin embargo, debemos tener cuidado, pues el término en sí hace referencia a una problemática muy específica, la cual cumple con ciertas características, a parte de contar con un agresor y un agredido”, señaló.

“En términos generales, lo más común es que se den temas de convivencia o temas de violencia. Las familias dicen que todo es bullying, pero no es así. A veces, también son temas propios de la convivencia entre estudiantes, pues les cuesta llegar a acuerdos. No obstante, estos inconvenientes son más sencillos de resolver que un casos sistemático de acoso escolar”, aseveró la experta.

Tipos de bullying

Según el psicólogo social Jorge Yamamoto, para que una situación de rechazo o violencia califique como bullying, esta tiene que ser sistemática e intencional. “En el acoso escolar, hay una intención de hacer daño continuamente, además de contar con un grupo de alumnos que se une a hacer más miserable al niño agredido”, aclaró.

Tipos de acosadores, según Yamamoto:
Acosador líder: Es alguien muy popular que asume el liderazgo del grupo. En la mayoría de casos, cuando ya tiene la atención que buscaba, deja de agredir a los demás.
Acosador patológico: Carece de habilidades sociales, tiene muchos problemas en casa, cuenta con problemas de adaptación e incluso es bastante probable que él también sea agredido fuera de la escuela. En el futuro, si no recibe el debido tratamiento, tiene una alta posibilidad de verse involucrado en la delincuencia durante su vida adulta.

“El bullying, aparte de contar con las características previamente mencionadas, genera un impacto mayor en quienes forman su ecosistema. A veces dejamos de lado al agresor Sin embargo, no podemos dejar de ver que ambos son estudiantes que están en un período de crecimiento y necesitan nuestra ayuda. ejercer esta violencia implica que hay algo que no está bien en sus habilidades o en su autocontrol, por lo que necesita infringir las normas”, resaltó la especialista de Innova Schools.

¿Cómo identificar a un niño que hace bullying?

En primer lugar, Macalupu hizo énfasis en que el perfil de los niños o adolescentes que ejercen violencia puede ser muy diverso, pues De todos modos, hay ciertas características que se dan en la mayoría de casos:

  • Presentan una alta necesidad de tener el control y dominar ante los demás.
  • Carecen por lo que se les hace difícil ponerse en el lugar del otro. Asimismo, no son capaces de medir el daño de sus palabras o acciones, pues no tienen interés en los sentimiento sde los demás.
  • Sentimiento de superioridad. “Cultivar su autoestima está perfecto. Sin embargo, el niño no puede creer que no hay nadie mejor que él y que está por encima de toods”, recalcó Fiorella.
  • Mantienen vínculos ya sea en la escuela, en el barrio o en talleres extracurriculares.
Estas señales se pueden identificar en el día a día del hogar.
Estas señales se pueden identificar en el día a día del hogar.

“Para ser capaces de identificar estas señales, es necesario prestar atención a la cotidianidad de nuestros hijos. Por ejemplo, para reconocer su nivel de empatía, podemos observar cómo reaccionan ante situaciones en las películas, en la calle o en el hogar en sí”, sostuvo.

¿Cómo prevenir el bullying desde el hogar?

En relación a los motivos, Yamamoto resaltó que se debe a un conjunto de circunstancias. Por un lado, de nacimiento, hay ciertas personas que cuentan con predisposición para algunas actividades y para otras no, lo que hace que exista una vulnerabilidad psicológica. “Es posible que hayan hermanos de la misma familia y solo uno tenga predisposición a desarrollar cierta enfermedad. Lo mismo sucede con los niveles de violencia, pues un niño puede tener mayor predisposición a activar aquel factor genético debido a un evento traumático o una ruptura en su hogar”, agregó.

Por consecuencia, en el caso del acoso escolar, esta predisposición se mezcla con la cual es muy importante. “La paternidad deben combinar la disciplina con la calidez, el amor y la estructura”, destacó el psicólogo.

Los espacios de conversación en el hogar son fundamentales para entender a nuestros hijos y lo que pasan en su día a día.
Los espacios de conversación en el hogar son fundamentales para entender a nuestros hijos y lo que pasan en su día a día.

Fiorella Macalupu, en sentido de prevención, hizo énfasis en la importancia de “La vida pasa muy rápido y necesitamos conocer a nuestros hijos para conectar con ellos. De este modo, lograremos identificar cuando estén en situaciones de riesgo. De lo contrario, voy a pensar siempre que todo está bien cuando no lo está”, afirmó.

“El problema no es que hayan conflictos, pues es algo totalmente normal, sino cómo se resuelven. Si quiero prevenir estas situaciones, debo ser capaz de analizar cómo estamos resolviendo los conflictos en casa y si estoy siendo el modelo que mi hijo necesita”, indicó la experta en convivencia escolar.

¿Qué acciones debo tomar si mi hijo es quien ejerce bullying escolar?

“Al acosador escolar no se le castiga, más sí se le atiende, pues es solo una víctima más de una dinámica complicada”, estableció Yamamoto. Igualmente, recalcó que es vital atender a estos escolares desde el rol de la escuela y el de los padres conjuntamente, por lo que se necesita una vigilancia desde múltiples niveles.

“Así como la calle cuenta con un sistema para detectar peligros, en el colegio debe ser igual. La escuela tiene que contar con una metodología para detectar qué niños tienen potencial de ser acosadores y qué niños son más proclives a ser acosados”, enfatizó el experto.

En la otra mano, el especialista hizo hincapié en el rol de los padres, quienes deben saber acompañar a los niños en equilibrio con la disciplina. “Es esencial evitar Es verdad que pero no es necesario irse a los extremos. Papá y mamá también tienen que ser capaces de darse cuenta del comportamiento violento de su niño, pero asimilar la situación se vuelve mucho más complicado si son ellos mismos quienes conforman aquella violencia”, añadió.

La comunicación entre padres y maestros es fundamental para prevenir casos de bullying en las escuelas.
La comunicación entre padres y maestros es fundamental para prevenir casos de bullying en las escuelas.

“A pesar de que el aula sea el escenario del problema, es necesario llevar a cabo un plan conjunto entre el hogar y la escuela. No es sencillo disculpar este tipo de situaciones, pero es una oportunidad para crecer, mejorar y replantearnos el ‘por qué permitieron que eso pasara’ y cómo establecer mejores lazos de convivencia para prevenir situaciones futuras”, señaló Macalupu.

Para lograrlo, será necesario por lo que también necesitará de acompañamiento profesional externo para ayudarlo a tener las mejores herramientas para superar este episodio y lograr desarrollarse en la vida. “Es muy fácill pedir sanciones, pero lo que realmente debemos hacer es buscar formas de ayudar”, recalcó Fiorella.

“Desde el rol de los padres, la comunicación, la cercanía, los límites, la autonomía, el equilibrio y la relación con la escuela son muy importantes. No podemos hacer que los maestros tomen toda la responsabilidad por nuestros hijos. El trabajo es conjunto”, concluyó.