Está claro que en las escuelas, por encima de todo, se busca ponderar las calificaciones, el rendimiento y el estricto cumplimiento del plan de estudios. Sin embargo, ¿realmente deberían ser estos los pilares más importantes de la educación?

Un adolescente puede afrontar en su vida diaria diversas realidades; por eso, debemos considerar la educación emocional, una educación involucrada en la enseñanza de emociones, como un agregado fundamental para la experiencia académica. Necesitamos que los profesores estén cerca de los estudiantes no solo para ayudarlos con los estudios, sino también para resolver problemas cotidianos y ofrecerles apoyo constante. En mi opinión, como país, todavía tenemos mucho por hacer para que la conexión emocional docente/alumno sea un aspecto relevante en la educación.

A pesar de que aún falta trabajar en esta conexión, según la cartilla informativa del Ministerio de Educación del Perú (2023), aquellos estudiantes que experimentan una conexión emocional positiva con sus docentes muestran un aumento considerable en sus niveles de participación y compromiso en el aula, pese a los problemas que tienen en el hogar.

En este sentido, existen investigaciones que resaltan la importancia de una mayor responsabilidad de las instituciones educativas, ya que la enseñanza de las materias tradicionales no es un factor determinante en el éxito futuro de los profesionales (Costa Rodríguez et al, 2021).

Por ello, conociendo la importancia de una educación emocional consciente, exhorto abiertamente a los docentes a conectar profundamente con el estudiante; que el cumplir el trabajo diario no limite su desempeño.

La educación, más allá de las materias, debe ser una forma de reconocer que no todos podemos enfrentar nuestros problemas sin apoyo. Lo que el mundo necesita no son solo personas con muchos conocimientos, sino seres humanos con alta capacidad de empatía y de relacionarse con los demás.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Romina Nicole Benazic Gutiérrez es estudiante de Psicología en la Universidad Peruana Cayetano Heredia