Diana Gonzales Obando

Encontrarse desnuda frente al mar es una de las vivencias más increíbles que se pueden experimentar. Atreverse a hacerlo es la parte más difícil. Aunque solo sean telas para cubrir el cuerpo, quitarse la ropa estando al aire libre —con gente o no alrededor— implica varias cosas al mismo tiempo: borrar la vergüenza, quitarse prejuicios sobre la desnudez y dejar los miedos que nos alimentaron durante todo el proceso de vida.

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