Diego Barrio de Mendoza

Los celulares plegables no son una tecnología recién estrenada, ya llevan varios años en el mercado, pero algunos prototipos sí que son bastante novedoso, como el avezado modelo flexible de .

Se trata de un diseño experimental que, a diferencia de los modelos disponibles en la actualidad, lleva el concepto de flexibilidad a otro nivel.

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Lo común hoy en día es encontrar celulares que se pliegan tanto horizontal como verticalmente. Al del primer tipo se le conoce como plegable de tipo libro; al segundo, plegable de tipo sapito. En ambos casos resalta la bisagra que divide la pantalla en dos para que pueda unirse un lado con el otro.

Dicha bisagra genera una suerte de hendidura que, en medio de la pantalla, puede ser un elemento distractor a la vista. Y aunque las nuevas generaciones de dispositivos plegables han ido mejorando este aspecto para que esa división pase lo más desapercibido posible, todavía se aprecia.

En el modelo flexible de Motorola esto, en cambio, no ocurre. La pantalla no lleva ninguna hendidura, pues no hay bisagras que la dividan. La bisagra no es necesaria, ya que la pantalla es adaptativa, es decir, la podemos moldear a nuestro interés.

El Comercio, que se encuentra cubriendo el MWC desde Barcelona, tuvo acceso a este equipo y pudo comprobar qué tan singular es.

De vista pasa desapercibido como cualquier otro smartphone. De buenas a primeras uno no se podría imaginar que su pantalla de 6,9 pulgadas cuando está extendido puede moldearse y doblarse casi por la mitad sin que la pantalla se arrugue o distorsione.

Al tenerlo en la mano queda claro que no es como cualquier otro celular. La parte trasera no es rígida, sino que posee una suerte de carcasa de goma elástica, lo suficientemente resistente para mantener al equipo de pie, pero tan moldeable para doblar casi completamente.

Motorola concibe que este equipo para doblarlo a través de la muñeca y llevarlo como si fuera un reloj; sin embargo, parece ser demasiado grande.

La compañía no tiene pensado por el momento en sacar este modelo experimentar a la venta, de hecho, es bastante probable que –como pasa con muchos otros prototipos– quede finalmente en el olvido.

¿La gran pregunta es si es que este tipo de pantalla flexible podría llegar a reemplazar a los modelos que existen actualmente? De momento no hay señales de que eso vaya ocurrir. Los diseños tradicionales como el Fold de Samsung ganan cada vez más terreno, y ya son pocas las marcar que aún no tienen su modelo propio, incluso se especula que Apple trabajaría en su propia versión.